No todos los perros sienten la misma curiosidad hacia el bebé. Sin embargo podemos ayudar a nuestro perro y hacerle este camino más fácil. Por ello en este post te voy a dar las claves para que el perro acepte al bebé favoreciendo una buena interacción y acercamiento entre ambos y voy a responder a tus principales preguntas ¿Cuándo hacer los acercamientos? ¿Cómo identificar una situación conflictiva? ¿Cuándo y cómo intervenir?

Desde que llegamos a casa queremos que nuestro perro acepte al bebé e interactúe con él. Pero lo primero que debemos tener en cuenta es que cada perro va a necesitar sus propios tiempos para adaptarse e integrar al bebé como a uno más de la familia.

¿Cómo conseguir que mi perro acepte a mi bebé?

El camino será mucho más fácil y llevadero si hemos preparado a nuestro perro antes de la llegada del bebé porque ello va a minimizar el estrés que le va a causar al perro los cambios. Por tanto nos va a ayudar a prevenir cambios de comportamiento que podrían sucederse con esta nueva etapa.

Especialmente si tenemos un perro sensible o miedoso puede que necesite más tiempo para adaptarse e integrar al bebé como un nuevo miembro de la familia. Con paciencia y teniendo en cuenta las pautas de las en este post hablamos seguro que encontrarás el camino para disfrutar de la convivencia en armonía.

Antes de hacer un acercamiento será importante propiciar un ambiente tranquilo en el que nuestro perro esté relajado junto al bebé para evitar incidentes.

Miel y Carlota 7 meses (Abril 2020)

¿Cuáles son las claves que mi perro acepte a mi bebé?

Si queremos que nuestro perro acepte al bebé debemos tener en cuenta las siguientes claves para el acercamiento y la interacción entre ambos.

No forzar la interacción. En lugar de forzar los acercamientos llevando al bebé tras el perro dejaremos que sea el perro libremente el que se acerque reforzando esos acercamientos voluntarios.

Acompañar y guiar los acercamientos. Es importante que estemos presentes de forma tranquila y favoreciendo experiencias positivas entre ambos. No fuerces nunca la interacción entre ellos y protege siempre tanto al peque del perro como al perro del peque. Tanto los bebés como los perros son impredecibles por lo que deberemos proteger y tener mucho cuidado tanto del bebé como del perro.

Supervisar. Directamente relacionada con la anterior y con la siguiente clave ya que nos permitirá anticipar experiencias conflictivas.

Anticipar y evitar experiencias negativas. Es fácil que tanto un bebé como un perro puedan llegar a tener un condicionamiento negativo derivado de malas experiencias. Además durante la edad temprana es fácil que generalicen y por ello es imprescindible que podamos anticipar y evitar situaciones conflictivas. Los bebés de menos de 14 meses sus movimientos son rápidos e imprevistos en los que agarran, aprietan, tiran y no sueltan, por lo tanto en el momento en el que el peque comience a mostrar interés por el perro será importante que nos anticipemos para evitar experiencias negativas entre el peque y el perro.

Favorece experiencias positivas. Siempre y especialmente si quieres ayudar a tu perro a superar su miedo debes favorecer experiencias positivas entre amos. Previamente en presencia del bebé y poco a poco integrando al bebé directa o indirectamente durante esas experiencias. Siempre sin forzar y teniendo en cuenta el tiempo de adaptación que tenga nuestro perro. Por supuesto siempre observar para poder identificar en el perro cualquier señal que nos indique que no se encuentra cómodo.

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Naturalizar la interacción entre el perro y el bebé. También nosotras jugamos un papel muy importante en la forma en que se van a relacionar nuestro perro y nuestro peque por ello debemos ser un buen referente de calma y darles a ambos el referente de seguridad que necesitan para saber que no hay nada que temer.

¿Cómo identificar una situación conflictiva?

Para poder anticipar situaciones conflictivas y, sobre todo, para poder entender cuando nuestro perro no se siente cómodo, es clave que sepamos observar y leer las señales y la comunicación no verbal de nuestro perro.

El jadeo, lamerse el hocico, meter el rabo entre las patas, levantar el belfo, mostrar los dientes, girar la cabeza… Son señales que nos denotan que el perro no se encuentra cómodo. Te recomiendo leer el libro de Turid Ruggas «Señales de Calma» para comprender mejor como se comunican los perros.

Además la observación y conocer a nuestro nos ayudará a anticipar situaciones que puedan ser incómodas para el perro o el bebé y nos permitirá saber cuando intervenir.

¿Cuándo favorecer el acercamiento?

Es muy importante que, además de tener en cuenta las claves para que el perro acepte al bebé, escojamos los momentos adecuados para la interacción entre ambos. Por ejemplo:

  • Cuando nosotras mismos nos encontremos bien emocionalmente
  • Siempre que el perro siempre tendrá sus necesidades previamente cubiertas (descanso, paseo, comida….)
  • Escogeremos aquellos momentos en que el perro esté en un estado emocional calmado
  • Cuando el peque tenga sus necesidades cubiertas (descanso, comida…)
  • Escogemos aquellos momentos en que el peque está en un estado emocional calmado.
  • Revisar el entorno, favorecer un ambiente tranquilo y relajado.

Querer tener un acercamiento entre el perro y el bebé cuando el perro está muy nervioso, cuando nosotras no tenemos tiempo o simplemente estamos cansadas para supervisar esa interacción o si lo hacemos cuando el peque llora o en otras circunstancias similares será complicado que podamos disfrutar del momento y que ese acercamiento sea positivo. Por ello es importante analizar los diferentes factores que entran en juego así como el entorno antes de hacer los acercamientos.

Claves para favorecer que el perro acepte al bebé como a uno más de la familia
Ozzy y Carlota 9 meses (Junio 2020)

¿Cuándo intervenir?

Nunca debemos permitir que los peques agarren y tiren del pelo al perro, y cuando por imprevisto se produzca esa situación de forma tranquila soltaremos la mano del peque y acariciaremos al perro en sinónimo de que todo está bien.

Por supuesto observar e interpretar las señales de los perros para poder anticipar cuando el perro no esté cómodo o no sepa como gestionar una situación en cuyo caso deberemos intervenir. Recomiendo el libro “Señales de Calma” de Turid Ruggas. La observación es imprescindible para conocer a nuestro perro y saber si se siente cómodo o incómodo en una situación determinada, cuando tiene miedo, quiere jugar etc.

¿Cómo intervenir cuando el peque se fija en el perro?

A medida que nuestro peque va creciendo y comienza a estar más despierto, a reclamar más atención y comienza a moverse comenzará a fijarse también en el perro y a medida que comience a gatear y andar comenzarán nuevos retos en la convivencia. En mi post Consejos para la convivencia entre perros y bebés encontrarás algunas claves más al respecto.

Por ello sabiendo anticipar cuando el perro se siente incómodo o veamos que se queda bloqueado ante los peques la sacaremos de esa situación llamándole para que venga hacia nosotros y la protegeremos bien ofreciéndole un espacio alternativo de juego o descanso o bien saliendo de paseo cuando el encuentro se haya producido dentro de casa.

Bloquear el contacto visual en el caso de los peques que gatean con una mesa o algún otro mueble de forma evitará que e bebé se fije en el perro y quiera ir continuamente hacia él movido por la curiosidad.

Si el encuentro es fuera de casa con bebés o niños desconocidos simplemente nos limitaremos a cortar la interacción y seguir nuestro camino.

En muchas ocasiones tendremos que evitar que sea el peque quien moleste al perro. Para ello nos podríamos ayudar de las barreras físicas para delimitar espacios. Los parques infantiles o parques para perros pueden sernos de ayuda en aquellos momentos en que no podemos supervisar a ambos.

¿Cómo intervenir cuando el perro es quien se fija en el peque?

Ya hemos visto como intervenir si es el peque el que se fija en el perro. Ahora veremos como intervenir cuando sea éste quien se sobreexcita y se sube de intensidad en su interacción con los niños:

Cuando observemos una situación incomoda y tengamos que intervenir utilizaremos las siguientes alternativas:

  1. No debemos coger y retener al perro con las manos. Esto no sólo no ayuda, sino que genera mayor tensión y fijación del perro hacia el estímulo, el bebé en este caso.
  2. Llamar y captar la atención del perro y poder redirigirla hacia un juego o espacio de descanso.
  3. Ofrecer espacios de descanso alternativos como el trasportín o una estancia independiente como hemos visto anteriormente.
  4. Espacios de juego: jugar con el perro, hacer un juego de olfato, entrenar, salir de paseo u ofrecer un juguete recreativo.
  5. Ofrecer espacio de calma. Salir de la estancia donde está el peque y acompañar al perro mientras se calma. Una vez haya reducido intensidad la dejaremos volver, esto podemos hacerlo tantas veces sea necesario.

En definitiva, si queremos disfrutar de una buena convivencia entre perros y peques es importante nuestra implicación activa. Y aunque nno existen fórmulas mágicas, si pones en práctica estas claves para que el perro acepte al bebé, seguro poco a poco le integrará como a uno más de la familia.

Pero si quieres ampliar la información y quieres conocer más te invito a descargar la Guía de Convivencia y Crianza para bebés, niños y perros que tienes totalmente GRATIS. Pero si necesitas ayuda no dudes en contactar conmigo.


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Claves para que el perro acepte al bebé

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