Nuestro pequeño recién nacido ha crecido y ahora es un bebé en toda regla que chilla, se mueve y comienza a gatear y andar. Esto a veces puede traer dificultades en la convivencia entre el perro y el bebé.

A partir de los 8 o 9 meses comienza una nueva aventura entre perros y chupetes. A menudo pueden surgir pequeños problemas en la convivencia que se pueden solucionar de forma “fácil” si sabemos en que momento y como debemos intervenir.

En este post voy a aportar soluciones ante las principales preocupaciones e inquietudes de las madres en cuanto a la convivencia entre el perro y el bebé y voy a responder a las grandes preguntas.

Además, para enfrentarnos a estos problemas más comunes voy a dar una serie de recomendaciones para garantizar la perfecta convivencia entre el perro y el bebé. Aunque iremos desarrollando cada tema individualmente y con más detalle en el blog a medida que vayamos profundizando. Así podrás tener siempre una buena guía de referencia. (Te animo a que te suscribas a mi lista de correo si quieres estar al tanto de todo además te regalo la Guía de Convivencia y Crianza que te acompañará en el camino de la maternidad :D)

Los perros y los bebés son grandes expertos en lenguaje y comunicación no verbal (nos referiremos a bebés de hasta 36 meses).

Resulta realmente curioso observar a un bebé y a un perro relacionarse. Su lenguaje corporal es en muchos sentidos similar. La forma en que giran la cara, como se dan la vuelta para evitar, la forma de retroceder buscando espacio… se produce de forma instintiva.

Recomendaciones para garantizar la perfecta convivencia entre el perro y el bebé

convivencias perros y bebes

A medida que el bebé crece y es más consciente del mundo que le rodea comienza pues a mostrar más interés por el perro. A partir de este momento podemos comenzar a trabajar la relación entre el bebé y el perro. Hazlo de forma positiva y siempre supervisando cada juego y cada interacción entre ambos.

En su intención por acariciar al perro el bebé agarrará su pelo con fuerza sin ser aún consciente de sus actos. Por tanto, especialmente durante esta etapa será muy importante que protejamos al perro de que el bebé le pueda hacer daño.

Es importante favorecer experiencias positivas entre el bebé y el perro.

El carácter y personalidad del niño o la niña y el carácter del perro va a determinar su forma de relacionarse y por tanto la convivencia. Somos nosotras, como madres, las responsables siempre de valorar y anticipar situaciones que pudieran ser conflictivas en la convivencia entre el perro y el bebé.

Y ¿qué son situaciones conflictivas? Para mí es conflictiva cualquier situación en que el niño o el perro no se encuentren cómodos. Independientemente de que pueda o no suponer peligro para alguno de ellos.

Así que nuestra misión como madres será siempre proteger tanto a nuestro peque como a nuestro perro.

Con respecto a la higiene y cuidados del perro no sería necesario en principio ningún cuidado especial. Simplemente es importante cuidar la salud del animal como haríamos en cualquier otro momento. Asegura que sus vacunas estén al día y desparasitarle tanto interna como externamente.

En cuanto a los baños tampoco sería necesario un lavado frecuente del pelo del perro. Ahora bien, si por ejemplo eres partidaria de compartir el sofá y la cama con tu perro pues quizá sí que sea más conveniente cuidar este aspecto.

Así pues esto nos lleva precisamente a la siguiente pregunta ¿Es bueno o recomendable que el perro y el bebé compartan la cama?

Perro con bebés en la cama y el sofá ¿Sí o No?

Si eres partidaria de que tu perro y tu bebé puedan compartir juntos la cama y el sofá, decisión que considero personal deberás tener en cuenta las siguientes recomendaciones.

Por un lado, cuidar la higiene es imprescindible, así como revisar a diario que el perro esté libre de pulgas o garrapatas.

Además, es importante la supervisión y la seguridad. Supervisa para evitar que el perro pueda aplastar o pisar al bebé al subir o bajar. Asegura que el peque no pueda caerse o le pueda tirar el perro.

Hay algunos canes especialmente niñeros que con la llegada del recién nacido o bien a medida que el bebé crece deciden adaptarse en la habitación donde descansa el pequeño.

Si a ti no te importa y siempre y cuando el perro no desarrolle un cambio de comportamiento que nos deba preocupar y si creemos que no hay ningún peligro no veo razón para impedirlo. Al final se trata también de una decisión muy personal.

Los juguetes

Otro de los principales problemas que pueden surgir en la convivencia entre el perro y el bebé es con la llegada de los nuevos juguetes. Juguetes electrónicos con musiquitas interminables, cacharros con ruedas, pelotas y otras tantas variedades de juguetes no siempre son amigos de nuestras queridas mascotas. Es por eso nos podemos encontrar con varios problemas.

Puede ser que a nuestro perro le ponga nervioso determinados ruidos de juguetes. Por ejemplo, los que tienen pito que suelen alterar a los perros, estos mejor evitarlos.

También pueden generar miedo o activar y sobreexcitar al perro los juguetes con ruedas. Por ejemplo, en el caso de los triciclos, tacatacas, caballitos, motos o similar.

Y finalmente, por que pueden llegar a ser un peligro para el perro algunos juguetes o piezas que pueden morder e ingerir y con las que podrían atragantarse o tener una obstrucción intestinal. Los accidentes domésticos de perros con juguetes de niños no son ninguna novedad.

En conclusión es importante que podamos ofrecer espacios de juego independientes para que los niños puedan jugar sin molestar a los perros o sin que les molesten éstos.

Recomendaciones cuando el bebé comienza a andar y gatear

El bebedero y el comedero

Cuando el peque comienza a gatear el bebedero del perro es uno de sus principales objetivos si lo tiene a su vista. Y es que ¡les encanta! Tendrás que ponerlo en algún sitio, quizá en la cocina, donde el bebé no lo tenga a la vista y lo acabe derramado cada vez que te despistes.

En cuanto al comedero, si eres de las que deja el pienso a libre disposición del perro será el momento de comenzar a racionar su comida o bien a ponerla allá donde el niño no lo vea o pueda cogerlo si no quieres que el pienso acabe tirado por todo el suelo e incluso si quieres evitar correr el riesgo de que el que pueda atragantarse si come algún grano de pienso. Así que mucho cuidado con esto.

Descanso del perro

Cuando el bebé comienza a andar o gatear es fácil que pueda molestar a nuestro perro.  Es normal que tenga curiosidad por el y quieran ir hacia donde esté para tocarlo.

Es importante que asegures un buen descanso a tu perro y también importante que puedas propiciar un entorno seguro para que el bebé pueda gatear y aprender a andar con seguridad y sin molestar al can.

¿Cómo evitar que el bebé moleste al perro? Puedes preparar una habitación de descanso para el perro si es que no lo has hecho antes, en su defecto puedes poner un trasportín donde el perro pueda descansar de forma tranquila y sin ser molestado por el peque.

Si optas por el trasportín he de decirte que tu hijo encontrará en él la cabaña de juegos perfecta así que ten cuidado que no entre o moleste al perro cuando esté dentro.

Otra posibilidad es poner obstáculos en medio de los perros de forma que impidas el contacto visual. De esta manera por un lado consigues que el peque al no verles no vaya hacia ellos y por otro lado consigues que el perro se pueda relajar.

Algunos perros necesitan romper con el contacto visual para conseguir relajarse. Así puedes utilizar la mesita auxiliar o unas sillas como barrera de protección para los perros.

No deberíamos dejar al perro y bebé solos sin supervisión

Libertad de movimiento para el bebé

Otro de los principales problemas que te puedes encontrar cuando tu peque comience a andar es que tu perro esté continuamente detrás del bebé y no le permita moverse libremente. Esta conducta lejos de parecernos graciosa debería preocuparnos. Sería conveniente intentar analizar la raíz de esa conducta y analizar los posibles riesgos.

Es importante que el bebé tenga un espacio por el que moverse de forma libre y segura.

Si tienes un perro especialmente nervioso o impulsivo que salta fácilmente para saludar es importante que tengas especial cuidado con el bebé. Podría tirar al peque con el consiguiente peligro que supone.

Ser un buen ejemplo de como tratamos a nuestro perro

Los bebés imitan lo que ven y al igual que se fija en ti o en su papá tomará también al perro como referente suyo.

Por eso no es raro que te encuentres a tu bebé de entre 1 o 2 años intentado beber con la lengua como un perrillo, ladrar y hasta andar a cuatro. La verdad es que es un tanto divertido y seguro que grabarás más de un video capturando esos momentos tan especiales.

Por tanto, es importante que tengamos en cuenta que somos el principal referente de nuestro hijo y de nuestra hija. Es por ello que de la forma en que nosotros tratemos y actuemos con los animales será el ejemplo que ellos tomen. En consecuencia lo que marcará como los peques actuen con los perros.

Educación basada en el respeto mutuo

Hacia los dos años aproximadamente suele darse que el peque toma como un juego perseguir al perro, cogerle la cola o agarrarle las orejas. Es posible que por más que le insistas él lo tome como algo divertido, a fin de cuentas para él sólo es en un juego.

Hazle saber qué hace daño al perro para que comprenda que eso que hace no está bien. No le des más importancia teniendo en cuenta su edad. Simplemente lleva al perro a descansar a otra parte o bien lleva al peque a jugar a otra estancia o intenta distraerlo con otra cosa.

Para terminar y con respecto a los perros, creo importante que les enseñemos a respetar los juguetes y la comida de las manos de los niños. Y es que el respeto mutuo es clave para una buena convivencia.

Te cuento más en el siguiente vídeo

En definitiva, es imprescindible que supervisemos siempre la interacción entre el bebé y perro. También es importante una buena educación y establecer normas y límites en la convivencia. Tanto por parte de los niños como de los perros si queremos asegurar una buena convivencia entre ambos.

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