En el post de esta semana y bajo petición popular hablaré acerca de las expectativas y la realidad de la maternidad cuando tenemos perro.
En otros post como «La maternidad, tú y tu perro» te he hablado acerca de la maternidad y de cómo cambia en parte la relación con nuestro perro tras la llegada de un bebé.
Sin embargo son grandes las expectativas que nos marcamos antes de su llegada idealizando todo el proceso de adaptación. Sin embargo en muchas ocasiones física o emocionalmente puede que no nos encontremos demasiado bien y esto influya directamente en el tiempo y atención que dedicamos a nuestro perro.

Expectativas de la maternidad
Por eso quiero hablarte acerca de las expectativas que nos ponemos ante la maternidad especialmente cuando tenemos perro. Porque además solemos ponernos expectativas demasiado altas en lo que a la maternidad refiere, en gran parte por lo que socialmente se nos impone de super-mamás.
En mi caso la mayor expectativa que recuerdo haberme marcado durante El embarazo de mi primera hija fueron los paseos en familia. Imaginaba nuestros paseos a diario por el campo junto a nuestros perros.
Sin embargo, tardamos más de 3 meses en dar nuestros primeros paseos todos juntos (perros y bebés incluidos) entre otras cosas por una cuestión de logística familiar que nos lo impidió.
Nuestro coche era demasiado pequeño para desplazarnos todos juntos y no tenemos demasiadas opciones, por donde vivimos, de salir de paseo si no nos desplazamos en coche.
Y cuando por fin cambiamos de coche hacia demasiado frío para salir con la bebé, yo estaba demasiado cansada, siempre tenía cosas que hacer en casa… Y unas cuantas excusas más si te digo la verdad, al menos ahora que lo veo desde otra perspectiva.
Así que de pronto te asalta el sentimiento de culpabilidad por no llegar a todo. Sientes que tú ya no eres la misma e incluso sientes que tus perros ya no ocupan el mismo lugar💔.
Sin embargo es importante que entendamos que necesitamos tiempo para adaptarnos a esta nueva situación a la par que nos recuperamos del parto. Además debemos tener en cuenta que cada una somos diferentes y que unas necesitaremos más tiempo de adaptación que otras.
En este aspecto creo fundamental tener un buen apoyo dentro de la familia que especialmente durante esas primeras semanas de adaptación se pueda ocupar en gran parte de los cuidados del perro.
Realidad de la maternidad con perro
Con mi primera hija adaptarme me llevó mi tiempo y lo cierto es que de pronto y casi sin darme cuenta apenas salía de paseo junto a mis perros, ya no dedicaba tantas horas a estar con ellos y bueno pues nuestra realidad había cambiado un poco.
Con la llegada de mi segundo hijo estaba predispuesta a que las cosas fueran diferentes. Adapte mis rutinas y horarios y reservé tiempo para estar con ellos. Además me inicié en el tema del porteo que me fue una ayuda, en parte, para compaginar la maternidad entre #perrosychupetes
Pero cuando apenas tenía un mes y medio fue ingresado en el hospital con bronquiolitis y durante 10 días no pude separarme de él.
Así que nuevamente mis expectativas sobre la maternidad junto a mis perros se habían truncado. Y es entonces cuando te invade ese sentimiento de culpabilidad. Y aunque a veces podemos y debemos organizarnos, sacrificarnos y priorizar para poder pasar tiempo de calidad con nuestros perros otras veces es imposible.
Precisamente como nos contaba Cristina Flores, psicoterapeuta en un directo en Instagram que hicimos hace un par de meses, debemos asumir que es nuestra nueva realidad y que en muchas ocasiones, sobre todo al principio, tendremos que priorizar, delegar y pedir ayuda si es necesario porque no podemos llegar a todo.
Así que, aunque quizás esos primeros años de vida de tu peque no tendrás el mismo tiempo para dedicar a tu perro como antes, encontrarás nuevas oportunidades para disfrutar junto a él.
¿Te ha gustado el post? Anímate y cuéntame tu experiencia. ¿Cuáles fueron tus expectativas antes de ser mami? Te leo en comentario.